En casa todas las semanas comemos un plato de pasta y me gusta ir variando las recetas ya que este ingrediente admite infinitas combinaciones y variaciones. Aunque las clásicas recetas más elaboradas y contundentes también nos gusta mucho, cada vez me inclino más por platos sencillos y ligeros, de los que se preparan en pocos minutos.
En esta ocasión se trata de unos tallarines con gambas, guindilla y limón que nos han gustado mucho, con su toquecito picante y la frescura que le aporta el limón resulta un plato delicioso.
Por supuesto, si elegís unas gambas frescas y de buen tamaño en plato quedará mucho mejor ya que son las protagonistas absolutas del pato.
Pelar las gambas dejándoles las colas, hacerles un pequeño corte a lo largo del lomo y quitarles el intestino (la hebra negra).
Picar el ajo, trocear la guindilla, rallar la piel del limón y escurrir el zumo.
Poner una cazuela al fuego con unas gotas de aceite, cuando esté bien caliente, poner las gambas y dejarlas cocer durante unos dos minutos, darles la vuelta.
Añadir el ajo, la guindilla, el zumo y la ralladura del limón y dejar cocer otros dos minutos, en cuanto las gambas estén cocidas, apartar la cazuela del fuego. Mientras tanto, cocer la pasta, en cuanto esté lista, escurrirla y añadirla a la cazuela removiendo bien para que se inpregne de la salsa. Ajustar de sal y espolvorear con perejil picado.
En esta ocasión se trata de unos tallarines con gambas, guindilla y limón que nos han gustado mucho, con su toquecito picante y la frescura que le aporta el limón resulta un plato delicioso.
Por supuesto, si elegís unas gambas frescas y de buen tamaño en plato quedará mucho mejor ya que son las protagonistas absolutas del pato.
Pelar las gambas dejándoles las colas, hacerles un pequeño corte a lo largo del lomo y quitarles el intestino (la hebra negra).
Picar el ajo, trocear la guindilla, rallar la piel del limón y escurrir el zumo.
Poner una cazuela al fuego con unas gotas de aceite, cuando esté bien caliente, poner las gambas y dejarlas cocer durante unos dos minutos, darles la vuelta.
Añadir el ajo, la guindilla, el zumo y la ralladura del limón y dejar cocer otros dos minutos, en cuanto las gambas estén cocidas, apartar la cazuela del fuego. Mientras tanto, cocer la pasta, en cuanto esté lista, escurrirla y añadirla a la cazuela removiendo bien para que se inpregne de la salsa. Ajustar de sal y espolvorear con perejil picado.