No se si alguno de vosotros recuerda los
Pandorini que hice el año pasado gracias a un molde que me dejó
Begoña, salieron realmente deliciosos pero este año, como ya no tenía los moldes, no tenía previsto repetirlos.
Pero el pasado fin de semana, en un viaje relámpago a Alemania, encontré en una tienda un molde grande de Pandoro y no me pude resistir, creo que ni me fijé en el precio (menos mal que al final no era caro) y a despecho de los señores de Ryanair me lo traje para España (bueno, he de confesar que facturé una maleta en previsión de alguno de estos hallazgos).
El año pasado hice una receta más sencilla del blog Profumo di lievito, pero este año, con un molde grande, pensé que tenía que atreverme con el
Pandoro hojaldrado del mismo blog, aunque la advertencia que encabeza la receta no anima mucho a intentarlo:
“
Esté entre las recetas que presentan mayor dificultad técnica. La aconsejo a quien tenga una buena destreza con las masas de levadura y con la técnica del hojaldrado”
Pero como una de las cosas que más me gustan hacer son precisamente este tipo de masas complicadas, no lo dudé ni un momento y aquí está este exquisito pandoro que para decir la verdad, no he encontrado excesivamente difícil, aunque he tenido que dedicarle un día entero y parte del anterior y el siguiente. Quizás os parezca mucho esfuerzo, pero realmente ha valido la pena, tiene un sabor impresionante a mantequilla y vainilla y una textura fantástica.
Antes de pasar a la receta, algunas consideraciones previas:
En este tipo de masas es necesario usar una amasadora, aparte de la fuerza necesaria para manejarlas, creo que el añadido de los huevos y los líquidos mientras se amasa sería muy complicado haciéndolo a mano.
La emulsión de nata y chocolate debe estar templada, pero no a más de 36º cuando se añade a la masa.
Después de cada añadido de líquidos hay que “encordar”, es decir, amasar hasta que la masa se adhiere al gancho y al levantar éste la masa hace como una cuerda que cae al cuenco.
El último levado se debe hacer a una temperatura no superior a los 26º para evitar que la mantequilla del hojaldrado se derrita y estropee el levado.
Leer bien todos los pasos de la receta y planificarse bien los tiempos para adaptarlos a nuestro horario (o al revés).
El último levado a mi me tardó casi 16 horas a temperatura ambiente, hay que tener paciencia y esperar a que la masa llegue hasta el borde del molde.
Mi molde es de unos 16 cm. de alto y cabe algo más de un kilo de masa.
En la receta original, el tiempo de horneado es de 20 /25 minutos, pero a mi me tardó algo más de 45, hay que probar con una aguja larga si está completamente cocido.
Y por último, no dejaos asustar por tantas explicaciones, en realidad no es tan complicado, yo encontré bastante fácil el amasado y el manejo de la masa.
Si quieres la versión en texto de la receta, pincha
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