Hace unos meses me compré el libro Dulce lo vivas de Ana Bensadón, una recopilación de dulces sefardíes; ya el título me parece enormemente sugerente, y lo que encierra aún lo es más: una colección de las más dulces tradiciones de aquel pueblo que se vio obligado a abandonar su tierra (porque era tan suya como de cualquier otro) y que con enorme amor y nostalgia ha sabido mantener su bellísimo idioma y sus costumbres. En el libro aparecen recetas de mujeres sefardíes de todo el mundo y está lleno de miel, almendras, dátiles, nueces, ajonjolí, hojuelas, letuarios, buñuelos, marronchinos etc…¿No se os hace la boca agua?
Estas Fijuelas u Hojuelas aparecen en la portada del libro y desde el principio llamaron mi atención por su preciosa forma y porque este tipo de dulces fritos era muy común en mi infancia, cuando en las casa no había hornos y las madres nos mimaban a bases de rollicos fritos, pestiños, flores…todos muy similares a estas deliciosas hojuelas bañadas en un almíbar de miel y limón.
Estos son los ingredientes: (yo hice la mitad para la cantidad que aparece en las fotos)
-2 huevos
-2 medios cascarones de huevo de aceite de oliva (6 cucharadas)
-1 medio cascarón de agua (3 cucharadas)
-1 medio cascarón de agua de azahar (3 cucharadas)
-el zumo de medio limón
-una pizca de sal
-1/2 cucharadita de levadura en polvo
-400 gr. de harina aprox.
Para el almíbar:
-2 vasos de azúcar
-1 vaso de agua
-1 limón entero troceado en cuartos
-8 cucharadas de miel
Así se hace:
Mezclar los huevos, el aceite, el agua de azahar, la sal, la levadura, el agua y el zumo de limón.
Añadir poco a poco la harina e ir amasando hasta conseguir una masa homogénea que no se pegue a las manos. Espolvorear la encimera con harina y alisar la masa con el rodillo hasta tener una lámina lo más fina posible.
Cortar la masa en tiras de unos 4x30 cm.
Poner a calentar abundante aceite de girasol en una freidora o en un cazo.
Introducir un extremo de una tira de masa entre las púas de un tenedor y enrollarla toda alrededor, introducirla en el aceite bien caliente y ayudarnos con otro tenedor para soltar la masa y conseguir que mantenga bien la forma. Lo mejor es dejar que se abran un poco pero que sigan enrolladas.
Sacarlas y dejarlas escurrir sobre papel de cocina.
Preparar el almíbar poniendo todos los ingredientes en un cazo y hervir hasta obtener punto de hebra.
Bañar las hojuelas en el almíbar templado.