Hasta ahora la panna cotta no estaba entre mis postres favoritos, seguramente porque todas las que había hecho y probado hasta ahora tenían exceso de gelatina y quedaba demasiado consistente. Esta vez, sin embargo, con una cantidad mucho menor de gelatina, ha quedado muy cremosa y suave, con la consistencia justa para sostener apenas la capa superior y con el delicioso aroma del haba tonka que combina de maravilla con el café.
Un postre riquísimo que a partir de ahora repetiré a menudo.
Estos son los ingredientes:
Para la panna cotta:
-2 hojas de gelatina
-750 ml. de nata
115 gr. de azúcar
-1 haba tonka rallada
-1 trocito de cáscara de limón
Para la gelatina de café:
-1 hoja de gelatina
-125 ml. de café expresso recién hecho
-1 cucharada de azúcar
1 cucharada de whisky
Así se hace:
Remojar las hojas de gelatina en agua fría durante unos 5 minutos.
Poner en un cazo la nata, el azúcar, el haba tonka rallada y la cáscara de limón, calentar hasta que se disuelva el azúcar. Apartar del fuego y añadir las hojas de gelatina bien escurrida, remover hasta que la gelatina se disuelva completamente. Dejar reposar durante unos diez minutos, colar y repartirla en seis copas de cristal. Enfríar en el frigorífico al menos durante 4 horas o durante toda la noche.
Para hacer la gelatina de café, hidratar la gelatina en agua fría durante 5 minutos. Escurrirla bien y mezclar con el café caliente, remover hasta que se disuelva y añadir el azúcar y el whisky, mezclar bien y dejar enfríar hasta que esté a temperatura ambiente.
Sacar la panna cotta del frigorífico y repartir la gelatina por encima con ayuda de una cuchara y muy suavemente para que no se mezcle con la panna cotta.
Adornar con unos granos de café de chocolate.
Adaptado del libro Indulgence Coffee
Para todos los que me han preguntado por el haba tonka, aquí tenéis información. Yo la compro en una tienda de especias en Cartagena, así que no sé en que otros sitios se pueden comprar, supongo que en otras tiendas de especias.