Antes de que acabe el mes de febrero, aquí está la receta de pan de este mes.
Aparte de las barras de pan de cada día, me gusta tener siempre algún pan integral con semillas para las tostadas del desayuno o para algún sandwich para las cenas, son sanos, muy ricos y mucho más fáciles de hacer que las barras tradicionales, así que son ideales para quien quiera iniciarse en el mundo del pan y perderle el miedo a las masas de levadura.
Este pan está adaptado de uno de Eva, de Ma petite boulangerie, un blog fabuloso que se dedica fundamentalmente al pan y donde podéis encontrar montones de recetas y de explicaciones útiles para preparar vuestro propio pan. ella lo hace en la máquina del pan, pero yo últimamente prefiero cocerlos en el horno, así puedo controlar mejor el horneado y el pan sale con mejor forma, pero por supuesto que en la máquina del pan también sale buenísimo.
Estos son los ingredientes:
-150 gr. de agua
-125 gr. de yogur natural (yo puse yogur de leche de cabra desnatado)
-1 cucharada de aceite de girasol
-1 cucharada de miel
-1 cucharadita de sal
-200 gr. de harina de fuerza
-150 gr. de harina integral
-1 cucharadita de levadura seca de panadería
-10 gr. de salvado de trigo
-2 cucharadas de copos de avena
-1 cucharada de semillas de amapola
-1 cucharada de semillas de sésamo
-1 cucharada de semillas de lino
Así se hace:
Con la panificadora, poner todos los ingredientes, menos las semillas en la cubeta y poner el programa de pan integral y peso de 750 gr., cuando la máquina pite, añadir las semillas.
Si lo queréis hacer en el horno, amasar todos los ingredientes a mano o con una amasadora hasta obener una masa lisa y suave. ponerla en un bol ligeramente untado con aceite, taparlo con film de cocina y dejarlo levar durante una hora más o menos. pasado este tiempo, colocarlo en un molde de pan o de cake de tamaño mediano, taparlo con un paño y dejarlo reposar durante una media hora más.
Calentar el horno a 180º, vaporizar un poco de agua sobre el pan, esparcir unos copos de avena y un poco de harina sobre él y hacerle un corte a lo largo, meter al horno durante una media hora más o menos.
Unos minutos después de sacarlo del horno, desmoldarlo y ponerlo a enfriar sobre una rejilla.
Se conserva en perfecto estado durante 4 ó 5 días simplemente tapando el corte con papel de aluminio.